DEMOCRATIZACIÓN FAMILIAR
Con la Dra. Beatriz Schmukler
Investigadora y docente del Área de Cooperación
Internacional y Desarrollo del Instituto Mora.Investigadora y docente del Área de Cooperación
Internacional y Desarrollo del Instituto Mora.MASCULINIDAD Y DEMOCRACIA FAMILIAR
En “Palabra de Hombre”, hemos discutido algunos aspectos de la construcción de la identidad masculina; nuestros especialistas nos han aportado puntos de vista sobre el papel de las instituciones socializantes como la escuela y la familia, ésta última constituye uno de los espacios más contundentes para dicho fin. Sin embargo podemos cuestionar el estilo difundido del autoritarismo al interior de la familia mexicana.
La educación impartida por los padres, se ha basado en el autoritarismo, la imposición y la violencia. Hijas e hijos han sufrido en su gran mayoría, los efectos de esta educación “del terror”, en donde los métodos de corrección han sido esencialmente punitivos. El “método” ha sido transmitido de generación en generación y pareciera ser el más indicado ó probado, para mantener el comportamiento de los miembros familiares, dentro de los límites exigidos mayoritariamente por el padre de familia, quien además goza de ser la excepción, respecto al rompimiento de las reglas.
Esta simple fórmula ha generado dos comportamientos básicos en quienes las han padecido: sumisión ó rebeldía (¡utilizando el mismo método violento!). Curiosamente estas conductas se relacionan estrechamente con aspectos del comportamiento de género, mujeres sumisas y varones agresivos. Estos aprendizajes de género pueden ser entonces, el resultado de la educación defectuosa para los hijos, basada en la diferencia de sexo.
La “Democracia Familiar”, propone una forma distinta de involucrar a los actores en la cotidianidad de las familias; al igual que en la sociedad, la participación de todos los miembros en la toma de decisiones fomenta comportamientos más equitativos, justos y sanos. Lo anterior se reflejará en individuos que independientemente de su sexo sean más desarrollados en sus capacidades ó potencialidades y por lo tanto más felices. La búsqueda de nuevas formas de convivencia en las familias, es tarea compleja, ya que las necesidades de los miembros cambian de acuerdo a la edad, etapa de desarrollo o situaciones particulares; permitir que todos los miembros opinen en la toma de decisiones, permitirá crecer individuos más autoafirmados y seguros.
La Democracia dentro de la familia, supone una forma de educación hacia la igualdad que podría desarticular la violencia masculina. Las actividades y tareas del hogar no son sólo responsabilidad de las mujeres, los hombres participan activamente en éstas, rompiendo el paradigma machista, pero además invitando a los varones a cambiar el concepto devaluatorio de dichas tareas.
Proponer una democracia al interior de la familia, constituye un reto para los actores, así como para las sociedades modernas, ya que su propuesta podrá facilitar la lenta transformación de espacios, conductas y hábitos; en la que los miembros de la familia, sean formados como seres libres, completos, asumiendo responsabilidades, sin menospreciar las reglas y los límites, pues democracia familiar NO es sinónimo de “hacer lo que yo quiera”, siempre habrá respeto y tolerancia, ingredientes indispensables de la democracia, dentro y fuera del hogar.
Nuestra invitada nos planteará incógnitas y desafíos hacia los varones, quienes manifestamos una mayor resistencia al cambio, rigidez y temor a perder nuestros privilegios machistas, resultado de la organización social que sobre valúa lo masculino, en oposición a todo lo relacionado con la mujer, incluyendo las emociones y sentimientos.
Escuchanos el lunes 27 de septiembre a las 20:00 hrs por Radio Ciudadana 660 am
Invitada la Dra. Schmukle
Masculinidad y Cultura
La construcción de la masculinidad es un hecho 100% social, hombres y mujeres dependemos de todos los ámbitos de influencia para fortalecer nuestros rasgos de personalidad.
Si bien la familia constituye la principal fuente de influencia para esa construcción, no es la única. Existen otros modelos fuera del espacio familiar que tendrán una influencia definitiva en este proceso.
En la adolescencia, los jóvenes buscan una identidad propia, que se aleje de esos valores familiares, dada la crisis del cambio de etapa de la infancia hacia la pubertad. Es en este momento cuando las expresiones artísticas, (especialmente la música), se convierten en el elemento de filiación más importante entre los varones. Compartir las afinidades, gustos y preferencias musicales, constituye por sí misma una forma de identidad y forma sub-grupos entre los varones de acuerdo a esa inclinación y los modelos que la promueven.
Las aspiraciones idealizadas de muchos jóvenes, están fuertemente ligadas a sus héroes artísticos, por lo que la manera de vestir, hablar o de comportarse, es una manera de verse a sí mismos, en un mundo donde tendrán que encontrar “su lugar”.
Otros factores importantes de influencia, son las costumbres de los pueblos. Éstas se generan desde diferentes hábitos sociales. El lenguaje y sus modismos, pueden tener una larga historia entre los pueblos. Las frases populares, refuerzan algunos comportamientos válidos para algunas culturas ó sub-culturas; pero particularmente conductas para ambos géneros. Así, encontramos en los refranes y, dichos populares, una fuerte influencia, que desde la cultura patriarcal motivará comportamientos “adecuados” tanto para hombres, como mujeres.
El machismo se sustenta a través de estas expresiones populares, sin ser cuestionado y a través de las costumbres, los aprendizajes de la desigualdad e inequidad se fortalecen en la mente de los individuos.
Finalmente, otras expresiones como los chistes y las bromas sexistas, también dan refuerzo a esos comportamientos esperados por la sociedad, para ambos géneros.
En una época donde el machismo mexicano, se convirtió en una forma social fuertemente aceptada, las películas del cine mexicano reflejaron por más de dos décadas, una imagen asumida ó copiada por los varones, quienes aspiraban sin cuestionamiento alguno, la imagen del macho dominante, controlador, bebedor, mujeriego, golpeador, que marcó la identidad masculina del hombre mexicano, generando familias disfuncionales, que perpetuaron este modelo de masculinidad.
En “Palabra de Hombre”, consideramos muy importante debatir el papel de estas manifestaciones culturales, que permita a los varones una actitud madura asumida desde la responsabilidad; ayudándolo a elegir modelos más sanos de identidad masculina y que a su vez lo alejen de aquellos que dañan y limitan su desarrollo pleno; integrando opciones o alternativas, con una visión de género más acorde a la nueva forma social que se asoma lentamente en la estructura social contemporánea.
PATERNIDAD Y MASCULINIDAD
El evento de la paternidad, está directamente ligado a el modelo de masculinidad, es imposible separar las expectativas de los varones y futuros padres, respecto a la obediencia, fidelidad, sometimiento, así como la repetición de conductas “masculinas esperadas” de sus hijos varones.
Dentro de la subjetividad masculina, los modelos e imágenes del padre, no se desligan del sistema social y cultural de creencias, que promueve pautas de poder, dominación y control, que en ocasiones se confirman a través de la violencia de los hombres; la figura de autoridad, el rol de proveedor, etc.
Quizás el aspecto más contundente en el ejercicio de la paternidad es la figura ausente, que desde el embarazo y desde luego en la llegada de los hijos; el padre no está presente porque se asume que “ése no es su lugar”. Esto constituye un mensaje directo que el padre les envía a sus hijos e hijas y que sumado a la conducta violenta de los hombres, marca una paternidad no sólo ineficaz ó inexistente, sino además violenta y castigadora.
El supuesto rol de proveedor, ha justificado en mucho la ausencia de los hombres en la crianza, atención y educación de sus hijos, sin embargo muchos hombres se han concientizado de esto y están en movimiento para modificar su ausencia.
Durante muchos años se ha entendido al ejercicio de la paternidad, como el cumplimiento de las necesidades económicas ó de instrumentación de vida de los hijos e hijas; este es uno de los errores más frecuentemente cometidos por los padres poco afectivos ó irresponsables, es fácil escuchar “claro que te quiero, si no: …no te daría de comer”; ó no te compraría…”; etc.
El divorcio, puede acrecentar los conflictos de los hombres y por ende restringir al acto de la paternidad, en una disputa por la custodia, como si los hijos fueran parte de los bienes de la pareja, a veces sobre compensando a los hijos, ante su incapacidad afectiva. Se ha observado que la mayoría de los hombres, no están dispuestos a la separación definitiva, ni tampoco a dejar a sus hijos; en ocasiones se desata una guerra por la posesión de éstos; pero la experiencia demuestra que esto no es más que un acto más de control y violencia, más que un hecho de amor y deseo del ejercicio de una paternidad responsable y afectiva.
Ser padre es más que otorgar el apellido a un hijo (a), implica renunciar a los errores cometidos por nuestro progenitor, reaprender una serie de habilidades: afectivas, emocionales, de atención, cuidado, educación, disciplina, que hoy en día marcan un nuevo “debes ser” de los varones que no están de acuerdo con el rol otorgado tradicionalmente.
Una vez más, se visualiza la importancia de contar con políticas públicas que por un lado fomenten nuevas actitudes de los hombres, en contra de las prácticas machistas dentro del esquema social y familiar; y por el otro lado la importancia de evocar, convocar y estimular la participación de los varones en las tareas de la crianza afectiva y responsable de sus hijos.
Como invitado tendremos al Médico cirujano, Sexólogo educador y Terapeuta sexual, Francisco Delfín Lara
ESCUCHANOS EL LUNES 13 DE SEPTIEMBRE A LA 20:00 HRS POR RADIO CIUDADANA
Efectos del estrés en los hombres
El estrés está relacionado con algunas de las principales causas de muerte en hombres adultos, tales como: cáncer, enfermedades cardiacas, cirrosis hepática, enfermedades pulmonares, accidentes y suicidio.
Se sabe que más del 40% de los varones adultos sufren de este trastorno. En algunos países como Estados Unidos, se considera al estrés como el padecimiento de salud más común en la población, y es el motivo de consulta más frecuente.
Los problemas que los hombres enfrentamos actualmente, difieren mucho de aquellos de los hombres de las cavernas; mientras que los primeros encaran cotidianamente: dificultades económicas, crisis de empleo, violencia social, problemas en el matrimonio, etc. Los segundos competían por sobrevivir en un ambiente hostil, con peligro de muerte ante los depredadores.
El estrés es una respuesta bioquímica y psicológica del organismo, en la que la exposición a situaciones de riesgo ó estados de emergencia, produce y libera grandes cantidades de hormonas como la adrenalina (epinefrina y cortisol), ésta se segrega posibilitando dos respuestas: enfrentar el peligro, ó huir de él. En nuestra sociedad moderna el mecanismo del estrés se activa no tanto a causa de peligros momentáneos, sino a causa de estados emocionales prolongados (por ejemplo, una situación de infelicidad matrimonial) o que se repiten a diario (como, por ejemplo, el tráfico automovilístico caótico para ir y regresar del trabajo). Las hormonas que son secretadas pueden comenzar a causar grandes daños a nuestro organismo. Entre estos daños se incluyen: fatiga, destrucción de los músculos, diabetes, hipertensión, úlceras, todo tipo de disfunciones sexuales, trastornos de la menstruación, aumento en la susceptibilidad a enfermedades, y daños a las células nerviosas. Por estas razones el estrés se considera un promotor del envejecimiento prematuro.
En el ámbito laboral se generan importantes aspectos generadores del estrés, particularmente en hombres, aunque no exclusivos de éstos: las exigencias de competencia laboral, la eficacia absoluta, la excelencia de resultados, etc. En lo social, existen otro tipo de demandas que requieren de capacidad de adaptación y respuesta rápida frente a los problemas. El consumismo debido a la globalización, conduce a los individuos a cambiar su ritmo de vida, generando una serie de reacciones y estados emocionales de tensión.
De acuerdo a Pose (2005) existen dos tipos de estrés:
a. Eustrés (ó estrés positivo) en el que el individuo reacciona de manera positiva, creativa y afirmativa frente a una determinada circunstancia lo cual les permite resolver de manera objetiva las dificultades que se presentan en la vida y de esta forma desarrollar sus capacidades y destrezas.
b. Distrés (ó estrés negativo) es aquél en el que las demandas del medio son excesivas, intensas y/o prolongadas, y superan la capacidad de resistencia y de adaptación del organismo de un individuo, provocando estados de frustración
Está comprobado científicamente que el estrés produce una disminución notable de las defensas en el organismo, por lo que una persona que padece continuamente estrés está expuesta a sufrir diversas alteraciones.
Los padecimientos ó enfermedades más frecuentes, producidas por estrés son:
Dolores de cabeza ó migrañas frecuentes, mandíbula apretada ó con dolor
Dolor de cuello y espalda, espasmos musculares
Constipación, gastritis, colitis, diarrea
Ansiedad excesiva, preocupación, culpa, nerviosismo, ataques repentinos de pánico
Dolores de pecho, palpitaciones
Pobre deseo o desempeño sexual
Cólera acrecentada, hostilidad, frustración
Apetito incrementado o disminuido
Insomnio, pesadillas o sueños de angustia
Olvido, desorganización, confusión
Sentimientos de soledad o desvaloración
Aumento en el consumo de cigarro, drogas o alcohol
Cansancio constante, debilidad, fatiga
Úlcera gastro-duodenal
Hipertensión arterial
Infarto al miocardio
Algunos estudios apuntan a un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular en los individuos competitivos, muy autoexigentes, apegados al trabajo y obsesionados con el éxito y la perfección ó los resultados de excelencia laboral ó profesional, así como expectativas sobrecargadas en lo familiar ó en la relación de pareja.
Algunas recomendaciones útiles para contrarrestar el estrés son:
· Evitar situaciones que le causarán estrés.
· Realizar algún tipo de actividad física todos los días.
· Llevar una dieta saludable, con alto contenido de frutas, verduras y cereales integrales.
· No fumar.
· Beber alcohol con moderación.
· El contacto con la naturaleza y algunas mascotas puede ayudar a sentirse tranquilo y relajado.
· Incrementar momentos de tranquilidad; la meditación, la oración, la lectura, el yoga y las técnicas de relajación.
· Los familiares y amigos pueden brindar el apoyo que necesita. Hablar acerca de los problemas.
· Hablar con u psicoterapeuta, puede ayudar a reducir los conflictos y a expresar los sentimientos adecuadamente.
Escúchanos el lunes 6 de septiembre a las 20:00 hrs. por RADIO CIUDADANA
Tendremos de invitada a la Dra. Blanca Chong