En nuestra cultura machista y poco informada, se sobrevalora la sexualidad y se exaltan algunas cualidades del comportamiento sexual de los varones como signo de mucha hombría.
Es así como algunas ideas erróneas y míticas, como tener un pene muy grande y que éste dure mucho tiempo erecto durante el coito y que por supuesto esto le dé un placer infinito a las mujeres, son entendidas como el máximo logro o aspiración de la sexualidad masculina, dejando de lado muchas otras expresiones de la sensualidad más allá de la penetración, como pueden ser: las caricias, los masajes, los besos, el ambiente mismo, etc.
Esta sobrevaloración errónea, agrava los malestares de los varones que presentan algún tipo de disfunción sexual. La incapacidad del varón de cumplir con esas expectativas exageradas y genitalizadas de la sexualidad, comprometen el estado psicológico de quien las padece. Lo anterior provoca una gran angustia, trastornos de ansiedad y en algunos casos depresión de los hombres que no “son lo suficientemente hombres” para satisfacer y hacer felices a sus parejas.
Los sexólogos que han estudiado el comportamiento de la respuesta sexual humana, afirman que el origen de las disfunciones sexuales masculinas es multifactorial; sin embargo coinciden en que éstas pueden originarse a partir de: problemas orgánicos provocados por: en el consumo de sustancias como: alcohol, tabaco y drogas; algunos trastornos fisiológicos en el aparato reproductor masculino; enfermedades como la diabetes, obesidad, hipertensión, arterioesclerosis, etc.; y finalmente el consumo de algunos medicamentos como los psicofármacos, hipotensores, etc.
Los trastornos psicológicos asociados a las disfunciones sexuales de los varones suelen ser: el estrés, agotamiento, ansiedad, la falta de deseo sexual hacia la pareja y en ocasiones sentimientos de frustración, temor, culpa o baja autoestima.
Lo cierto es que las disfunciones sexuales masculinas, están presentes en una importante cantidad de varones jóvenes y adultos, quienes seguramente sufren los efectos psicológicos provocados por éstas en silencio y aislamiento, ya que los hombres evitamos hablar de nuestra efectividad sexual cuando esta se ve afectada ó disminuida. El machismo y la cultura en general, promueven la ignorancia y pobre interés de los varones para tratarse con el especialista, la mayoría de las disfunciones sexuales del hombre son tratables ó tienen solución. Pero a pesar de esto, los varones evitan la consulta del especialista básicamente por la vergüenza de sentirse evidenciado ante la pérdida de su virilidad.
TENDREMOS DE INVITADO A: Dr. Andrés Alejandro Castuera, médico y sexólogo.
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