De acuerdo a las estadísticas, en por lo menos cuatro de cada diez hogares mexicanos se presentan episodios de violencia de los hombres hacia sus parejas e hijos. Mientras los varones no tengan consciencia de su actuar violento, difícilmente podrá ser resuelto el problema. En el Distrito Federal, la violencia ya está tipificada como delito (de acuerdo al Código Penal), esto demuestra que las leyes como norma que son, no bastan para incidir en el comportamiento social de las personas. Se necesita empujar con mayor fuerza para que los varones tengan un acercamiento consciente, a las instancias de tratamiento no solamente de orientación psicológica sino algunas otras que proponen otros modelos de masculinidad, aunque vale decirlo, en nuestra ciudad se dispone de muy pocos proyectos de atención para los hombres.
La violencia familiar está considerada como uno de los factores más destructivos en la autoestima de las personas, fomenta depresión en las mujeres e hijos que la sufren; produce enfermedades y adicciones, es causa de homicidio, suicidio ó ambos; es un factor de expulsión dentro de las familias y forma una trampa para quienes la viven de la cual difícilmente se puede escapar.
La mayoría de los hombres que ejercen la violencia en alguna de sus formas tiende a culpabilizar a las demás personas de su actuar, no responsabilizándose de su conducta, mucho de lo anterior motivado por su comportamiento machista que se ve disputado por una esposa que trabaja, aporta dinero y exige derechos, que toma sus propias decisiones y que pueden oponerse a su “autoridad machista”, generando un malestar que tiende a traducirse en violencia, hacia él mismo ó hacia su familia, en un intento de recuperar “su puesto de mando”.
Me parece vital ofrecer a los varones quienes están en el proceso de concientización, alguna alternativa para poder manifestar sus diversos conflictos, producidos por muy variadas causas, sociales ó personales, y que esto incremente los niveles de “darse cuenta” (insight), para así poder brindarles herramientas para resolver sus conflictos sin violencia.
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