jueves, 29 de julio de 2010

PRÓXIMO PROGRAMA...


DISFUNCIONES SEXUALES MASCULINAS


En nuestra cultura machista y poco informada, se sobrevalora la sexualidad y se exaltan algunas cualidades del comportamiento sexual de los varones como signo de mucha hombría.

Es así como algunas ideas erróneas y míticas, como tener un pene muy grande y que éste dure mucho tiempo erecto durante el coito y que por supuesto esto le dé un placer infinito a las mujeres, son entendidas como el máximo logro o aspiración de la sexualidad masculina, dejando de lado muchas otras expresiones de la sensualidad más allá de la penetración, como pueden ser: las caricias, los masajes, los besos, el ambiente mismo, etc.

Esta sobrevaloración errónea, agrava los malestares de los varones que presentan algún tipo de disfunción sexual. La incapacidad del varón de cumplir con esas expectativas exageradas y genitalizadas de la sexualidad, comprometen el estado psicológico de quien las padece. Lo anterior provoca una gran angustia, trastornos de ansiedad y en algunos casos depresión de los hombres que no “son lo suficientemente hombres” para satisfacer y hacer felices a sus parejas.

Los sexólogos que han estudiado el comportamiento de la respuesta sexual humana, afirman que el origen de las disfunciones sexuales masculinas es multifactorial; sin embargo coinciden en que éstas pueden originarse a partir de: problemas orgánicos provocados por: en el consumo de sustancias como: alcohol, tabaco y drogas; algunos trastornos fisiológicos en el aparato reproductor masculino; enfermedades como la diabetes, obesidad, hipertensión, arterioesclerosis, etc.; y finalmente el consumo de algunos medicamentos como los psicofármacos, hipotensores, etc.

Los trastornos psicológicos asociados a las disfunciones sexuales de los varones suelen ser: el estrés, agotamiento, ansiedad, la falta de deseo sexual hacia la pareja y en ocasiones sentimientos de frustración, temor, culpa o baja autoestima.

Lo cierto es que las disfunciones sexuales masculinas, están presentes en una importante cantidad de varones jóvenes y adultos, quienes seguramente sufren los efectos psicológicos provocados por éstas en silencio y aislamiento, ya que los hombres evitamos hablar de nuestra efectividad sexual cuando esta se ve afectada ó disminuida. El machismo y la cultura en general, promueven la ignorancia y pobre interés de los varones para tratarse con el especialista, la mayoría de las disfunciones sexuales del hombre son tratables ó tienen solución. Pero a pesar de esto, los varones evitan la consulta del especialista básicamente por la vergüenza de sentirse evidenciado ante la pérdida de su virilidad.


TENDREMOS DE INVITADO A: Dr. Andrés Alejandro Castuera, médico y sexólogo.


Escúchanos el lunes 2 de agosto por Radio Ciudadana a las 20:00 hrs

miércoles, 28 de julio de 2010

PROG. DEL 26 DE JULIO

MITOS DE LA PATERNIDAD CARIÑOSA Y AFECTIVA

Invitados Ricardo Briviesca y Felipe Estévez

En esta ocasión tratamos el tema de los mitos de la paternidad cariñosa y afectiva.

Los invitados expusieron sus experiencias respecto a la manera como participaron en una crianza amorosa con sus hijos varones, resaltando que el resultado de esa forma de trato cariñoso generó entre ellos, un vínculo amoroso y de cercanía muy importante que se mantiene hoy en día.

También se discutieron algunos aspectos de la manera como fueron tratados ó educados por sus figuras parentales, coincidiendo en su mayoría que: el trato rudo, fuerte, poco expresivo del amor, en algunos casos castigante, es la forma que los hombres utilizan para educar, siendo casi nula la afectividad y el papel de esa educación como promotora del maltrato y violencia hacia los hijos.

Otro aspecto sobresaliente que se reveló a lo largo del programa, fue la separación como un factor que facilita (ó impide) la relación amorosa de los padres con sus hijos varones, debido en su mayoría, a los conflictos que los adultos mezclan en la relación con las hijas e hijos. Algunas llamadas del público plantearon la importancia de la comunicación como el vehículo de acercamiento para provocar una relación respetuosa, amorosa y con límites.

Se concluyó que el trato amoroso, cariñoso y afectivo, NO causa trastornos de personalidad en los hijos varones, así como se desecharon las ideas erróneas de que dicha forma de relación, provoca un carácter débil, feminizado, ni tiene influencia en la preferencia sexual de los varones.

jueves, 22 de julio de 2010

PRÓXIMO PROGRAMA...


Mitos de la paternidad cariñosa y afectiva

Los roles tradicionales en nuestra sociedad han condicionado seriamente la participación de los hombres en las actividades domésticas, además de alejarlos del ejercicio completo de la paternidad. Estos roles han restringido la responsabilidad de los varones en las actividades del hogar así como en la educación y crianza de las hijas e hijos, cediendo la responsabilidad a las mujeres, lo anterior ha limitado a los propios varones el disfrute de su paternidad, la expresión de sus emociones y la oportunidad de intervenir en el desarrollo de sus hij@s.


La participación de los hombres en el cuidado, aseo, educación, crianza, salud, alimentación, etc. de sus hijas e hijos, es obstaculizado básicamente por los comportamientos aprendidos desde la infancia. El modelaje recibido por las figuras masculinas como el padre mismo, los tíos y/o el abuelo, se refuerza también a través de los mensajes de la supuesta masculinidad y desde el juguete y el juego. La educación de género con sus expectativas propias para ambos géneros, determinara la conducta que los adultos imponen en los menores.
De esta manera, la repetición de los patrones de educación y específicamente de crianza, se repetirán en forma casi automática en niños y niñas. Lo esperado es que los varones en la edad adulta, sean buenos proveedores y dediquen la mayoría de su tiempo al trabajo y al desarrollo personal o profesional. A pesar de que hoy en día muchos hombres están participando de manera consciente y eficaz en las actividades de crianza de sus hij@s, la mayoría se apega al rol tradicional asumiendo que “la buena paternidad, es cumplir con las metas económicas” (o de instrumentación de vida). Ser un buen proveedor pareciera la meta de una buena paternidad.
Entre los pretextos para no sobre involucrarse en estas tareas, algunos hombres afirman tajantemente que si participan en la crianza de sus hijos, y que además lo hagan de manera afectiva y cariñosa, (particularmente con los hijos varones) estos serán proclives a ser hombres débiles, perdedores, tibios, poco hombres y dominados por las mujeres, siendo el máximo miedo que estos manifiesten conductas homosexuales. El machismo se interpone a un ejercicio sano de la paternidad, quitando la posibilidad de la expresión de la ternura y el amor en los varones, por considerar estas expresiones como femeninas.
El precio que los hombres pagamos al alejarnos de la vida emocional y psico-afectiva de nuestras hijas e hijos, es crear una relación de muy pobre calidad con ellas y ellos, de baja o nula confianza y limitada únicamente al cumplimiento de sus necesidades materiales.
La participación de los hombres en las tareas del hogar, además de la crianza, educación, etc. no solo brindará la posibilidad de un crecimiento más integral, mental y físico a sus hij@s, sino además facilitara la revaloración de lo femenino a través de la experiencia cotidiana junto con el trato cariñoso, amoroso y tierno que todo ser humano posee, independientemente de su sexo.
Otro beneficio de esta participación será erradicar la violencia que se genera al interior de las familias, mucha de esta motivada por factores como tensión y otros detonantes (frustración, enojo, adicciones, etc.) siendo de vital importancia eliminar la violencia de género, que promueve la cultura de género machista, con sus paradigmas de dominación, control y sometimiento que las mujeres deben mostrar.
La paternidad cariñosa y afectiva facilitará una buena comunicación padres e hij@s, rompiendo las barreras genéricas, permitiendo a su vez un vínculo cercano y fuerte entre estos, que garantice una autoestima más sana en los menores, además de aprendizajes de género de mayor equidad.

Escúchanos el lunes 26 de julio a las 8 de la noche y participa llamanos al 56047926
56048229

Lada 01800 6701680
Escríbenos palabradehombre660@gmail.com

viernes, 16 de julio de 2010

Escucha el programa del lunes 19 de julio


Hombres con parejas que trabajan fuera del hogar


En nuestro programa “Palabra de Hombre”, hemos venido haciendo un acercamiento al fenómeno actual por el que atravesamos los hombres, sin dejar de lado a las mujeres pues la visión de género implica necesariamente un trabajo conjunto para una comprensión más amplia de lo que ocurre actualmente con nosotros como género en crisis.

La inserción de la mujer en la vida laboral y productiva iniciada desde la segunda guerra mundial, abrió una nueva era en el desarrollo de las mujeres y su manera de pensar. Este desarrollo facilitó que las mujeres no se conformaran con aquellos trabajos “propios de su género””. Por otro lado el feminismo como corriente de pensamiento también impulso al género femenino, a un desarrollo más completo de sus capacidades. Las mujeres lucharon para que se abrieran más espacios académicos, por ejemplo en las universidades en las carreras cuyo perfil estaba pensado como “exclusivo de los hombres”.

Lo anterior no fue fácil, implicó una lucha cotidiana de derechos de las mujeres y sin lugar a dudas la descalificación de las capacidades de las mujeres a cargo de los hombres y no olvidemos la violencia de género para “regresarlas al espacio privado a donde pertenecen”.

Esta lucha culminó con la introducción de la mujer en actividades de toda índole productiva, hoy en día se puede hablar incluso de un “cierto desplazamiento” de los hombres de algunas de estas actividades.

Hoy en día las necesidades de las familias implican que muchas mujeres no puedan dejar de trabajar, ya que la aportación económica para sus familias es indispensable y en muchos casos es la única.

La educación masculina fortalece la idea que los hombres deben trabajar fuera de casa y ganar un salario por esto; el rol a desempeñar implica cubrir una serie de necesidades básicas, personales y de la familia. Dentro de esta misma educación de género, una expectativa de los hombres es que las mujeres deben quedarse en el hogar y realizar las labores domésticas de manera gratuita. Sin embargo muchas mujeres no están de acuerdo con esa idea y se cuestionan por qué deben quedarse en la casa si tienen las aptitudes, capacitación y experiencia necesarias para trabajar fuera de la casa y recibir un sueldo a cambio.